domingo, 27 de octubre de 2013

Padres :)


Las palabras nunca se van.Viven en nosotros para siempre para darle batalla a la vida cuando las necesitamos. Pero de vez en cuando,y cuando de definir cosas demasiado importantes se trata,juegan a la escondida por un rato y se amontonan bien juntas para que te cueste un rato desenredarlas.

Y a mi,me ha costado un tiempo tal vez un poco largo ordenarlas para que salgan en fila y se acomoden porque posiblemente ésto esté entre lo más difícil de definir de la vida.



Con sus miles de gestos particulares que los definen y las muchas cosas que a diario me hacen recordarlos ellos han encontrado la forma de vivir para siempre  en mi.

Cuando decido cómo enfrentar un problema,qué problema merece una sonrisa y cual una lágrima, todas las veces en que puedo estar segura de lo que pienso y digo.
Hasta algunas elecciones de ropa,música,comida y programas de televisión podría adjudicarselos a ellos.

Los brazos que me abrazan sin "peros",sin tiempo ni espacio. El sostén de mi vida.
El porqué de la lucha de los ideales y el orgullo de ser parte de ellos.

Creadores.Hacedores.Trabajadores.Impulsores por excelencia de mi vida.

No hay,no existen,no las han inventado aun,palabras que los definan.
Son así.Eso. Lo que ves,lo que muestran,incluso lo que esconden y tal vez ni yo lo sepa aun.

Si alguno de esos días en que la distancia se hace enorme y los caminos hasta casa se encuentran bastante lejos,yo decido que igual quiere que estén conmigo,recuerdo con los ojos pesados de lágrimas pero la sonrisa a flor de piel las muchas cosas que he aprendido gracias a haber contado siempre con sus palabras. Porque ustedes si,a diferencia de mi,han sabido siempre cómo lustrarlas y acomodarlas para enderezarnos la vida y encaminarnos.

Si decido que van a estar en mi mesa,aunque solo ponga un plato,yo respeto el lugar de la cabecera solo para guardar por un momento la ilusión de que a mi derecha los voy a encontrar,peleando siempre porque hay uno de los dos que no entra en el mantel.

Si me esfuerzo y me comprometo hasta puedo lograr que las siestas de por acá también se asemejan a las de por allá.

Porque en algunos casos los seres humanos somos lo suficientemente sabios para trascender y vivir eternamente en el otro.


Habrá algunos a los que les gustará pensar que fueron una casualidad llena de intención como dice el querido Benedetti. Otros jugarán a ser "la sorpresa"de la familia y andarán orgullosos por la vida con su suerte.

Yo prefiero pensar que algún día de frío a mis hermanos se les antojó una hermanita que hiciera las veces de muñeco para sus juegos o pudiera servirles de escudo ante alguna situación.

O mejor aun: que algún dios de vaya uno a saber dónde,en qué lugar y con qué motivo quiso pensar que por acá andaba haciendo falta una nena para rellenar las horas de silencio con algún llanto al pasar, y mis padres,siempre generosos cuando de cumplirnos los deseos se trata, habrán decido darle a mis hermanos,a don Dios inventado y a mi el gusto y me habrán recibido.

Qué se yo,andá a saber,en una de esas no soy más que el fruto de dos que un día decidieron que en ésta(la única vida de la que nos han informado que somos dueños)iban a cumplir juntos el mejor rol de sus vidas.

Como sea yo les juro que no hay forma posible de agradecer tanto.

Ni de amar más por supuesto.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Prólogo


Te escribo hoy todavía con el alma en formación y el futuro en camino, con la intención de que este nuevo "papel y lápiz" digital conserve hasta que aparezcas todas mis palabras intactas y limpias. Como recién escritas.

Escribo para dejarte desde hoy y para siempre plasmada en algún lado la felicidad completa.
La de verdad, la enorme e infinita. La perpetua.

Para que algún día, cuando tus ojos sean los míos y tus pasos el pedacito de camino que dejé sin recorrer, veas que desde siempre, tuviste el lugar más grande en mi corazón.
Para que llegues a comprender, con la sabiduría y madurez que te darán los años, que por supuesto hay una abismo entre mi vida de antes y mi vida de ahora. Aunque el antes y el ahora se modifiquen con los años.

 Siempre serán dos mitades de mi.

Te escribo con los ojos húmedos de pensarte y el pensamiento apelmazado de imaginarte.

Con las manos cruzadas en forma de pedido para que siempre estés bien y el corazón anudado de imaginar que alguna vez algo te haga sufrir.

Para pedirte también que si algún día, aunque más no sea por un instante, me olvido que mi vida va a vivir eternamente en tu vida, me lo recuerdes con una sonrisa o algún abrazo al pasar.
No hace falta decirte que con eso me alcanza.

Para que recuerdes siempre que nadie va a quererte más que yo. Aunque se esfuercen y lleguen casi a alcanzarme. Porque esto sí,de verdad,que excede las muchas fronteras enormes que nos permite la palabra.

Para agradecerte que me permitas imaginarte y soñarte. Y para corroborar yo también cuánto coincidirás con éste boceto patético que intenta hacer las veces de prólogo de tu vida.

Para que sepas,hijito/a de mi alma, que aunque todavía no andes por acá y vaya uno a saber cuándo asomes la nariz en éste mundo, yo ya te amo y te espero con un amor mucho más grande del que puedo soñar. Aunque haya jugado un rato por acá a imaginarme cómo será.

Aunque el futuro sea siempre incierto y tenga la manía de jugar a asustar.


Por única vez, no me voy a aburrir de esperar.
Lo prometo.