¿Sentís? ¿Sentís como ahoga? ¿Cómo presiona? Como si un nudo gigante se hubiera mudado a tu garganta, y a tu pecho… y porque no, un poco a tu corazón. Cuando las palabras se ahogan una atrás de otra porque simplemente NO las podes decir, la vida te hace pensar cuánto vale la pena vivir si va a haber cosas que no vas a poder gritar. Si vas a tener que callar a tu corazón cuando empiece a latir muy fuerte, si vas a tener que reprimir sonrisas por doquier.
Sin embargo, y como siempre, el corazón le gana por goleada a la cabeza… ¡y ahí estás! Perdida en otra mirada, observando con detalle tanta perfección, sin poder creerlo.
Las imágenes de un futuro que aún no es, te llenan la cabeza de fotos raras; confusas, algunas borrosas y otras más claras que nunca. Lo ves y te ves. Un solo abrazo, un solo beso, un solo cuerpo.
Una cena familiar, un amanecer en la playa, un beso bajo la lluvia…
Un despertar juntos, un dormir abrazados…
Una despedida y un reencuentro…
Un hola y un te amo…
Un presente… y un futuro que aún no es.
¡Bienvenido Optimismo!