viernes, 24 de junio de 2011

Tiempo de descuento...


A veces no se puede. A veces no.

A veces lo mejor es pararse en la mitad del camino, mirar un poco para ambos lados y replantearse unas cuantas veces si vale la pena o no seguir caminando.

Y cuando la respuesta es ¡NO! Pocas veces sabes que hacer. ¿Dónde te metes las ilusiones, las horas perdidas, las lágrimas y el futuro soñado? Donde te plazca, o donde puedas.
Te quedas mirando cómo pasa la vida, como otros se relamen de alegría ante tu fracaso, ante tu imposibilidad de seguir remándola. Porque no podes, simplemente no podes.
Entonces te preguntas cuantas noches de tu vida te pasaste imaginando algo que tal vez jamás vaya a pasar.
Pensas en que hubiera sido de tu vida si tal vez nunca lo hubieras conocido. ¿Serías más feliz? ¿O al menos tendrías que recordarlo como “El primero que me permitió soñar con que mi vida podía ser perfecta”?

Te reís, porque te causas gracia. Porque no podes creer que a veces llegues a ser tan ingenua, tan sensible… ¡Tan boluda!

¡Cuantos días que soñaste y al final, jamás vas a vivir!.
¡Cuántos abrazos que te van a quedar en stock!.
¡Cuántos besos que se van a echar a perder!.

Y si, al final Sabina tenía razón “No hay nostalgia peor, que añorar lo que nunca jamás sucedió”
Já, ¿El tiro? En la frente si es posible, por favor.

María Emilia.

miércoles, 22 de junio de 2011


Suspiro, y me dejo llevar.Casi de inmediato,como si alguien lo hubiese ordenado,aparecen en mi cabeza todas las escenas que te tienen como protagonista; altivo, elegante…Libre!. Sonrisa adelante y ojos firmes, a la vida le das batalla.
Desde un costado y haciendo un esfuerzo logro verme, ¿Soy yo esa?¿Que ha perdido toda autonomía, solo por mirarte?¿O es solo el reflejo de lo que esto ha hecho conmigo?.Me miro y me río, de cómo te miro; como admirada, como en una nube donde todo es sublime… ¡perfecto!, sencillamente porque sos vos quien habita en ella.
Giras y me encontras haciendo esfuerzo por evitar que te des cuenta que desde hace mucho tiempo solo me dedico a observarte. Sonreís, solo sonreís.
Me miras detenidamente, como inspeccionándome, y yo me pregunto cuanto tiempo pasará hasta que te des cuenta que mis ojos dicen todo aquello que mi boca calla, tal vez por miedo…tal vez por cobardía.
Te acercas y me tendes una mano, te miro insegura y con un gesto de interrogación en la cara como preguntandoté si estás seguro, si de verdad queres que te acompañe.
Me acerco y te veo extender los brazos, a la espera de un abrazo interminable, reparador, y tan esperado.
Logro percibir como late tu corazón, como desespera, queriendo latir más fuerte de lo que puede.
Al fin tu aliento es el mismo que el mío. Respiro tu aire. Huelo tu aroma.
De golpe, todo es claridad y quietud. Silencio. Ya no estás. Me dejaste sola.
Entonces la realidad, se hace presente. Solo sos completamente real y correspondido en mis sueños, los únicos que me mantienen viva…