lunes, 25 de julio de 2011

Sonrisas y precipicios...


Una sensación rara, si. Cómo de vacío, parecida a esa que se siente cuando las preguntas no tienen respuesta, cuando solamente son interrogantes…y ni una puta respuesta.

Pero así sigo, adelante y con la frente en alto; aunque me dé la cara de lleno contra un paredón cuando tu sonrisa dice ¡Presente!.

Aunque el tiempo pase facture y se queje, cada vez más seguido…

Aunque el futuro asome el hocico en los momentos menos pensados…y cuando menos necesito verlo.

Aunque la vida se cague de risa, descaradamente…

Siempre seguiré, porque así me han enseñado.

Porque así lo siento, y así debo hacerlo.

Porque prefiero pensar que siempre detrás de algo “malo” viene la calma. Que al final del caminito, el sol me va a estar esperando.

Porque tu sonrisa es un precipicio, Si, pero eso no me impide saltar con todas mis fuerzas.

Porque a veces, Drexler canta más fuerte que nunca… “No hay nada que no daría por estar, dentro de tu abrazo”.

Porque me juego por vos… la vida entera.

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