domingo, 27 de noviembre de 2011

¡Feliz cumpleaños, hermosa!

Si me pongo a pensar, en que hubiera sido de mi año sin haberte conocido es inevitable una mueca de aburrimiento y tristeza.
¿Con quién compartir tantas charlas de la vida? Y sobre todo ¿Con quién maldecir a todo y a todos por lo “mal que nos va en la vida”? jaja.
Inteligente, segura y divertida. Buena actriz, avasallante y rompe corazones. Leal, aunque muchas veces pienses que no.
La compañera de todas mis aventuras este año, de miles de risas y unas cuantas lágrimas. La que promete venganza ante cada uno de los que me lastima y asegura diversión cuando algo no da para más.
Pesimista por naturaleza, pero optimista por convicción.
La vida, este camino raro y casi siempre turbio en el que nos toca transitar, te enseña de a poco y con paciencia cuales son las personas que de verdad valen la pena, cuales son aquellas que han sido un regalo del destino, y han aparecido para acompañarte, tal vez por siempre, en este siempre oscuro pero a veces hermoso sendero.
A mí, hoy, poder decir que sos mi amiga me llena el pecho de orgullo. Sí, con lo distintas que somos.
Con lo cursi que soy, y lo mucho que te estarás riendo de “sendero” y demás palabras...
Con tu tremenda personalidad y lo pelotuda que soy a veces…
Con tu puto y mi puto…
Con Drexler y Coldplay…
y así, casi sin darnos cuenta, se nos pasó un año desde aquella vez en donde sólo conocíamos nuestros nombres pero que ambas recordamos muy bien.
Un año del “No me gusta que me digan María” y el “Hago teatro desde chiquita, porque es lo que más feliz me hace”.
¿Te acordas?¿ Te acordas como éramos? ¡Cuánto crecimos, aunque creamos que no!
Gracias, hermosa, por compartir todo tu año conmigo.
Por prestarme a tu familia, cuando la distancia de mi casa se hace enorme.
Por hacerme reír, tanto!
Por escucharme llorar, escribir, putear y demás sin que tengas nada que ver pero bancandotelá.
Por aparecer y por haberte quedado.
Por saber que puedo confiar en vos, que efectivamente siempre estás ahí.
Y recordá, que nunca hay que dejar de sonreír por nada y sobre todo por nadie. Sencillamente porque una nunca sabe quién se puede enamorar de una, tal vez en la calle. (Jajajaja)
Te vi, cruzaaaaar la calle y algo crujió dentro de mi…

¡FELIZ CUMPLEAÑOS, CONCHU!
Que seas SIEMPRE muy feliz, sabes que acá estaré siempre para retarte cuando sea necesario, y para reírnos hasta llorar cuando la vida se nos siga cagando de risa.
Te quiero mucho (Así, cursi como soy)
=D

pd: Los blog están hechos para vos, porteñita! Jajaja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario