lunes, 16 de mayo de 2011

Vivimos en un mundo injusto, y no hace falta que yo lo diga para que todos nos demos cuenta.
Corremos permanentemente instalados en un modelo a seguir que no busca más que la autodestrucción.
Estamos pendientes, casi obsesivos, de lo que el otro hace o deja de hacer, sin enfocarnos, ni por un minuto, en nosotros; en nuestras vidas.
¿Acaso tenemos pocas ocupaciones, sufrimientos, dolores, padecimientos? Pareciera ser así, ya que nos interesa más ir por la vida juzgando lo que hace el otro sin prestarnos atención a nosotros mismos
Si dejáramos, por un minuto que cada uno viva su vida a su manera ¡Cuan felices seríamos!
Viviríamos, sin duda, en un mundo más feliz, con más paz, más amor y menos estrés. Y quizá contribuiríamos, a que nuestros pares estén en paz, felices, contentos y sin ese peso de pensar “¿Que dirá la gente de mi?”
Vivimos pensando que dirán de nosotros, reprimimos actitudes, formas de actuar, de vestir, de ser, solo porque creemos que al resto no les agradará, o nos discriminarán por eso.

Dejamos de lado cosas placenteras, amenas, actividades que nos hacen felices, solo porque sentimos el peso del ojo ajeno, en nuestras espaldas.

Los hombres lloran a escondidas, porque la maldita sociedad no podría aceptar que, también tiene derecho y necesidad de hacerlo.

Las mujeres nos limitamos a realizar tareas “Políticamente correctas para mujeres” solo porque el resto determina cuales son las posibles, y cuáles no.

Los gays tienen que esconderse, porque los heterosexuales no soportarían su conducta.
Los heterosexuales se creen con derecho a opinar/decidir sobre la vida de los gays.

Los curas tienen que ser chantas, pervertidos, acosadores, solo porque la sociedad así indica que debe ser la conducta encubierta de ellos.

Las mujeres no deben salir con muchos hombres a lo largo de su vida porque sería unas prostitutas desagradables…

Ni hablar si salen con mujeres, simplemente imposible de admitir.


Si vemos dos amigos de la mano, seguro salen.

Si una misma mujer salió con dos hombres en una semana, es una puta.

Si un hombre salió con dos mujeres en una semana, es un campeón.

Ser gordo está mal.

Ser flaco está bien. Al precio que sea (Anorexia, Bulimia, Alcohorexia)

Madres solteras, normal.

Padres solteros, madres desalmadas.

Si tenés amigos gays “Andas en algo raro”

Si no los tenés sos homofóbico…

Si tenés un matrimonio feliz, seguro estas sacando algún provecho del otro( esposo/esposa)

Si no lo tenés, seguro fracasó porque no pudiste sacarle nada.

¿Alguna vez te pusiste a pensar todas las cosas que juzgamos a diario?

¿Qué es lo que pretendemos? ¿Algo nos viene bien?

Empecemos a entender que cada uno es dueño de su vida y que, créanme, con eso basta y sobra.
Seamos felices y contribuyamos a que todos lo sean.

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